Viceministerio de Educación Regular

Es la primera etapa que abarca desde el nacimiento hasta los cuatro años de edad, es familiar y comunitaria, el hogar es el espacio educativo por excelencia del cuidado y atención de las niñas y los niños.

De responsabilidad compartida entre la familia, la comunidad y el Estado orientada a recuperar, fortalecer y promover la identidad cultural de niñas y niños menores a cuatro años de edad, el apoyo a la familia en la prevención y promoción de la salud y la buena nutrición, así como a favorecer su desarrollo integral psicomotriz, socio- afectivo, espiritual y cognitivo, a través de actividades lúdicas relacionadas con actividades productivas, promoviendo espacios de formación integral en la familia, la comunidad y las instituciones con interacción afectiva, equidad y justicia social en convivencia con la naturaleza, orientada a:

  • Promover el desarrollo de capacidades sensoriales, motrices, cognitivas, afectivas y espirituales, en estrecho vínculo con su contexto familiar y comunitario a través de una adecuada orientación en la salud integral, procesos de socialización y transmisión cultural.
  • Contribuir a la formación integral de espacios familiares, comunitarios e institucionales con equidad y justicia social donde se generen experiencias de interrelación afectiva en el cuidado y atención, en el marco del ejercicio y respeto de los derechos y la convivencia armónica con la naturaleza.

 

Sus Objetivos:

  • Fortalecer la recuperación y valoración crítica y analítica de las prácticas culturales de atención, cuidado, protección y socialización de las niñas y los niños en las familias en relación a las naciones y pueblos indígena originario campesinos y comunidades interculturales y afro bolivianas, mediante estrategias participativas y dialógicas en temas relacionados al cuidado de la salud, nutrición, educación y protección culturalmente pertinentes, para garantizar la igualdad de oportunidades en su desarrollo integral.
  • Promover el desarrollo de capacidades psicomotrices, socio-afectivas, cognitivas, espirituales y lingüísticas de las niñas y los niños, brindando oportunidades de experimentación exploración y participación, fortaleciendo la identidad cultural con actitudes y valores sociocomunitarios, para sentar las bases que le permitan construir su proyecto de vida.

 

Para ello contamos con Lineamientos y Orientaciones Metodológicas, que plantean fundamentaciones y acciones para la atención y cuidado de la niña y niños tomando en cuenta las actividades familiares y comunitarias, estableciendo 4 componentes:

 

Afectividad y espiritualidad en la familia

La afectividad es expresada a través de muestras de cariño, amor, aceptación, valoración, atención, en la interrelación entre las personas y otros seres vivos. Muestras de afecto que contribuyen a que las niñas y los niños se sientan miembros de la familia y de la comunidad, favorece el desarrollo emocional, la confianza y seguridad personal en un ambiente de relaciones armónicas, de respeto mutuo y valoración entre quienes componen una familia.

La espiritualidad es la relación subjetiva inmaterial, armónica y equilibrada de las personas consigo mismas, con la Madre Tierra y el Cosmos. La familia es el primer espacio de formación espiritual para las niñas y los niños, de acuerdo a su cosmovisión y manifestaciones espirituales de su cultura.

 

Identidad Cultural de la Familia

Las familias tenemos identidad cultural que nos caracterizan de una manera particular como miembros de una sociedad, expresadas en las costumbres, la lengua, las tradiciones, historia, territorio, educación, arte, música, ritos, mitos, normas e ideologías.

En las culturas, el cuidado de la mujer durante el embarazo, consiste en evitar realizar actividades forzadas que pongan en peligro la salud de la madre y del nuevo ser, pero siguiendo el ritmo de vida que llevan de acuerdo a sus costumbres, tradiciones y pautas de vida.

 

Salud y nutrición

La interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales y ambientales, son necesarios para el desarrollo integral de las niñas y los niños desde la gestación, pues es importante que la madre tenga una buena alimentación durante el embarazo porque influye de gran manera en su desarrollo.

Un buen estado de salud integral y la adecuada nutrición principalmente en los primeros años de vida de las niñas y los niños, son importantes para el crecimiento del cuerpo y el desarrollo del cerebro, influyendo además en las capacidades de aprendizaje y el bienestar de la vida adulta. Además la madre, el padre u otra persona adulta que atiende a la niña o el niño le brinda una atención rápida oportuna e inmediata cuando se enferma, realizando prácticas aprendidas de la medicina natural y tradicional (mates, ungüentos, limpias, baños con yerbas entre otros) de acuerdo a su cultura.

 

Desarrollo psicomotriz y cognitivo

Este componente, promueve en las niñas y los niños el desarrollo de capacidades, habilidades, destrezas y potencialidades a partir de la interrelación con todo lo que le rodea. Es así que la familia y la comunidad brindan espacios y oportunidades que les permiten observar, jugar, explorar e interactuar con personas adultas, con sus pares y otros seres vivos. Experimentar, con su cuerpo diferentes sensaciones con distintos y variados objetos culturales o naturales seguros e higiénicos (de acuerdo a su edad) que le permitan fortalecer todos sus sentidos, su creatividad e imaginación.

Exploración sensorial a través de sus sentidos le permite a la niña y el niño conocerse a sí mismo, el mundo exterior, a la Madre Tierra y el Cosmos (plantas, animales, seres animados, objetos, fenómenos naturales como la lluvia, el viento). Las sensaciones que descubre con sus sentidos, son acompañadas con palabras, gestos y movimientos corporales que inicialmente van imitando a los adultos, los objetos y animales, posteriormente va identificándolos por si solos.

Control motriz, progresivo de sus movimientos corporales, coordinando las partes de su cuerpo con la cabeza con los brazos y las piernas, va aprendiendo a moverse, sentarse, arrastrarse, gatear, caminar, saltar, correr, agarrar, soltar, lanzar y manipular objetos, adquiriendo las capacidades y habilidades de movilizarse independientemente ampliando sus espacios de observación, exploración y experimentación.

 

Modalidades de atención educativa

  • Directa, la niña y niño asiste a una institución educativa recibiendo atención y cuidado integral, por razones socioeconómicas de las familias.
  • Indirecta, la niña y el niño recibe atención y cuidado integral en la familia a través de la madre, padres otros familiares, otras personas que le cuida.